" Tacuara federal"
Óleo sobre tela de José María Fojo, cm. 50,0 x 35,0 - Año 1999
Col. José Luis Mignelli - Argentina.
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por José Luis Mignelli
por José Luis Mignelli
“La Sociedad
Rosas & Terrero, de la que participó un tiempo
Luis Dorrego,
fue próspera …”
Carlos Ibarguren
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En 1815, Juan Manuel de Rosas, quien por entonces contaba veintidós años de edad, se asoció con su
primer amigo Juan Nepomuceno Terrero y con Luis Dorrego, bajo la razón social
Rosas & Terrero. Esta tuvo por
objeto comercial la explotación ganadera y el acopio de frutos del país, así
como también la salazón de carnes y pescados. Dice Ibarguren (1) que esta
última actividad fue desarrollada en un lugar denominado Las Higueritas, cerca de la reducción de los Quilmes.
Otros historiadores, revisionistas o no, aportan en sus escritos
semejante información, coincidiendo en que el primigenio establecimiento
industrial encontrábase ubicado en el entonces vasto partido de
Quilmes. (2)
Por tradición familiar y en razón de que mi bisabuelo materno poseyó
hornos de ladrillos en Monte Chingolo, siempre supe que la industria de la familia se encontraba ubicada en las
inmediaciones de lo que había sido el saladero de Rosas.
Frente original de la casa
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Pese a indicios y certezas, su ubicación no fue por todos conocida, sino cuestión de iniciados. Así,
Teófilo Hirox Funes, en su Ensayo Histórico sobre la Fundación de Lanús, alude
al tema incidentalmente calificándolo como suficientemente documentado, al
señalar que: “Alguien dice que don Juan Manuel de Rosas (siempre su nombre presente en esta rememoración lanusense!) fundó mucho más allá, y
mucho tiempo antes, un saladero de activa vida industrial. La referencia parece
cierta y documentada pero conviene situarla al margen de esta enumeración, ya
que su ubicación precisa debió estar en las cercanías de Monte Chingolo…” (3)
En un trabajo publicado en 1989 por la Sociedad de Arquitectos de Lanús,
puede leerse respecto a Las Higueritas que: “Junto al camino principal de
acceso habían hallado restos de piletones de ladrillo vasco de 1.20 m de
profundidad. En ese lugar no crecía nada debido al salitre que afloraba. Este
hecho alimentó la idea de que allí había funcionado un saladero. En la década
del treinta llegó una comisión buscando un sauce, un paraíso y un ombú que
presumiblemente rodeaban una construcción en la que, a partir de 1815, funcionó
un saladero perteneciente a la sociedad integrada por Dorrego, Rosas y
Terrero…” (4).
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Faena en el saladero
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Por intermedio de mi madre, supe que una de las socias del Círculo de Docentes
Jubilados de Lanús que ella preside, es la actual propietaria de la casa del saladero,
habitando en parte de la misma. Sus padres habían comprado la propiedad en
1922, ocupándola previamente en calidad de puesteros.
Debo a la gentileza de esta señora la oportunidad de visitarla, en
vísperas de cumplirse el 25 de Noviembre
de 1991, el 176º Aniversario de la
fundación de aquella industria. La casa habría sido construida en 1778 por el
padre del General Wenceslao Paunero y consta de tres cuerpos contiguos de
distintas alturas. Las paredes están asentadas en barro y conchilla. La fachada
principal orientada hacia el Río de la Plata (SE) se encuentra hoy encerrada en
el interior de la manzana y es pared de 0.90 m de espesor, asegurada con zunchos
de hierro forjado consistentes en dobles eses (S), unidas por pernos que traban
el conjunto.
Techos
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Razones de habitación y cambio en la explotación económica, hicieron
que el edificio sufriera con el tiempo numerosas modificaciones en parte de su
exterior e interior, conservándose la estructura general felizmente intacta. En
el amplio salón donde presumiblemente funcionó la industria, todavía puede
verse el techo de ladrillos con tirantería y alfarjías de madera (artesonado),
vestigio de cegadas arquerías y ventanas coloniales con rejas de hierro
forjado. Las azoteas, embaldosadas en rojo, ostentan la marca Pierre Sacomann
*) de Marsella. La construcción necesariamente evocada en frecuentes
páginas de historia, se yergue aún allí, en el número 940 de la calle
Magdalena de Lanús Este, a una cuadra de la transitada Centenario Uruguayo y a
100 m. de las inactivadas vías del ex Ferrocarril Provincial.
En su actual frente, placas oscurecidas por el tiempo recuerdan la
importancia de aquel asentamiento industrial. Las más antiguas datan de 1938 y
1940 y dicen así:
“Homenaje al primer
establecimiento industrial argentino de carnes, creado en el país por el Brigadier
General Juan Manuel de Rosas. 25 noviembre 1815 – El Instituto de
Investigaciones Históricas Juan Manuel de Rosas – 25 noviembre 1938”.
“Al primer establecimiento
industrial argentino de carnes creado en el país en 125º aniversario de su
fundación. El Centro Comercial de Lanús. 1815 – 25 de noviembre – 1940”.
Placas conmemorativas en el frente actual
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Si consideramos la escasa atención que se ha dispensado en el pasado a
la conservación de zonas y lugares históricos de nuestro país, puede concluirse
que constituye un privilegio y motivo de legítimo orgullo para los bonaerenses de Lanús, la permanencia de este edificio, con seguridad
el más antiguo del partido. Cabe preguntarse al respecto si el Estado
permanecerá impasible, o si por el contrario, dispondrá medidas
tendientes a su restauración y conservación, apoyando económicamente en esta
tarea a su propietaria (5), quien lo habita orgullosamente.
La casa del saladero merece y acredita razones valederas para ser
preservada, por estar vinculada a la historia económica de la Provincia de
Buenos Aires. Así lo exigen el respeto por la memoria de los que en el trabajo
nos precedieron con visión, emprendimiento y esfuerzo, y el reclamo todavía
inaudible de las generaciones que nos sucedan.
Lanús,
Noviembre de 1991
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*) Nota: Baldosas de esta marca “con sus características anclas en los
extremos”, fueron también halladas en las excavaciones del Caserón de Rosas en
Palermo, así como otras de reemplazo de la marca Dubosc de la ciudad francesa
de Le Havre. (Ver Daniel Schávelzon y Jorge Ramos. Excavación Arqueológica en
el Caserón de Rosas en Palermo. Informe de la segunda temporada de excavación
(1988). Revista del instituto de Investigaciones Históricas Juan Manuel de
Rosas, Nro.26 correspondiente a Octubre
- Diciembre de 1991).
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Referencias:
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1) Carlos Ibarguren. "Juan Manuel de Rosas. Su
vida, su drama su tiempo". Página 43 Editorial Theoría. Buenos Aires, 1972.
2) Ernesto H. Celesia. "Rosas. Aportes para su
historia". Páginas 37/38. Ediciones Peuser. Buenos Aires, 1954 y Juan A.
Pradère. "Juan Manuel de Rosas. Su Iconografía". Tomo 1, Página 21. Editorial Oriente. Buenos Aires, 1970.
3) Teófilo Hirox Funes. "Ensayo Histórico sobre
la Fundación de Lanús". Página 6. Lanús, 1963.
4) Diana Borejko, Gloria Espinosa y C. Leonor
Yañez. "Lanús: De Rural a Urbano". Página
11. SAL. Sociedad de Arquitectos de Lanús. Sub-comisión de Preservación. Patrimonio
Rural. Buenos Aires, 1989 (del testimonio de Doña Cleofé Oliva Faustina
Rossetti de Roagna).
5) Doña Leticia Roagna de Cristiano.
Publicado en La Nueva Provincia de Bahía Blanca, con fecha 21/Enero/1992 y en la Revista del Instituto de
Investigaciones Históricas Juan Manuel de Rosas, en su Nro. 31º correspondiente a Abril -
Junio de 1993.
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