viernes, 11 de enero de 2013

¿Otro cuchillo de Rosas?


                                            Por José Luis Mignelli
                            

                                                               “Interesados no faltan, aseguró Burundarena.”

                                                                                              La Nación, Octubre de 1992
 


En Julio de 1992, la Revista Magnum publicó un artículo de nuestra autoría, sobre un cuchillo bowie que había pertenecido a Juan Manuel de Rosas, depositado en el Museo Histórico Nacional. El mismo fue fabricado por Moss & Gambles de Sheffield, Inglaterra y donado al repositorio por Victoria Aguirre, tía de Victoria Ocampo. A fines de aquel año, Posadas S.A., de la Ciudad de Buenos Aires, publicitaba su cuarta subasta de obras de arte, la que incluía el remate de otro cuchillo, presuntamente atribuido al dictador y que éste habría obsequiado en el exilio, al General Pascual Echagüe. Un breve artículo publicado en La Nación con fecha 25 de Octubre de 1992 firmado por Luis F. Núñez, daba cuenta del acontecimiento, mencionando a la pieza alternativamente como “facón” o “cuchillo”. Ambas informaciones (artículo y aviso publicitario), ilustraban parcialmente sobre las sucesivas titularidades de la misma en cabeza de: J. M. de Rosas (1830-1852), Pascual Echagüe (1852 y hasta su muerte), Leonidas Echagüe (hasta 1880, año en que lo obsequió a José Victoríca), y José J. Picardo Victoríca (al cumplir sus 22 años de edad y por donación de su anterior poseedor).

Con relación al objeto en si mismo, las iniciales de Rosas aparecen grabadas en una de las mesas (Para JMR), sobre fondo de oro con reserva y en la vaina (ESDJMR). Conforme al texto e ilustración del cartel publicitario, la pieza debería mencionarse como “cuchillo”, tal cual reza el aviso y cuyo diseño deriva del Dirk Mediterráneo, con 38 cm. de longitud total. Es de estilo y probable origen español, no mencionándose marcas que así lo acrediten. El cabo es de forma ahusada, de oro en sus extremos y recubierto parcialmente con un torzal. La hoja de contorno isoscélico esta vaciada a una mesa y presenta botón, lomo, filo, contrafilo y punta. Los planos están decorados con dibujos rameados y leyendas. En uno de ellos se observan símbolos masónicos: el ojo y la escuadra y la advertencia “Soy defensa del inocente”. En el otro el escudo de la Confederación Argentina con la leyenda “En Unión y Libertad”, una persona sosteniendo un libro y otra advertencia “Soy castigo del malbado” (Sic). La vaina es de pana marrón, con costillas, brocal con agarradera y puntera de oro, poseyendo además una funda de cuero de carpincho que resguarda el conjunto.

Artículo de Luis F. Núñez en "La Nación" del 25 de octubre de 1992
Es curiosa la presencia de símbolos masónicos sobre una de las mesas, si atendemos a que Rosas, a diferencia de sus opositores, fue un declarado católico y no logista. Presumimos que la subasta se llevó a cabo conforme a lo previsto, con fecha 26 de Noviembre de aquel año, e ignoramos quién sea su actual poseedor.

Abel A. Domenéch en Dagas de Plata (1), también da cuenta del acontecimiento, acompañándolo de acertados comentarios y un dibujo de su mano del cuchillo.

Por lo menos dos fuentes bibliográficas avalan el relato de la donación, aunque en la primera de ellas no coincida exactamente la descripción del cabo. Vicente O. Cútolo sostiene que al llegar a Cádiz, Rosas obsequió a Echagüe “un cuchillo de caza con empuñadura forrada en terciopelo punzó con hilos de oro”. Por su parte Frutos Enrique Ortiz, dice que Rosas se despidió de Echagüe “entregándole como recuerdo un cuchillo de caza, lujosa obra de arte que le habían regalado tiempo atrás.” 2)

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Mapa del itinerario del H.M.S. Conflict
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En cambio, sí está controvertida la presunta despedida de Rosas y Echagüe en Cádiz, ya que la fragata a vapor H.M.S. Conflict que los llevó al exilio, sólo hizo escala en Bahía a fin de aprovisionarse, sin pasar luego por España. Así lo demuestra acabadamente el probo historiador Diego Luis Molinari, quién en carta a José María Funes de fecha 5 de Septiembre de 1952, reproducida en su libro Prolegómenos de Caseros, dice: “Estamos en condiciones de asegurar, en consecuencia, que nadie bajó del Conflict hasta llegar a puerto inglés. En ningún momento este buque estuvo a la vista del puerto de Cádiz, y no pudo desembarcar el General Echagüe en la forma que Ud. narra, porque si hubiese sido así constaría en el cuaderno de bitácora y diario de navegación, escrupulosamente llevado por los oficiales de a bordo, donde constan todos los episodios, hasta lo más nimios, que ocurrieron en el largo trayecto, desde que abandonaron las aguas rioplatenses hasta llegar a Plymouth.” El autor reproduce al respecto un mapa de época con el derrotero del Conflict, así como las partes pertinentes del cuaderno de bitácora. 3)

Ahora bien, en el libro Manuelita Rosas y Antonino Reyes. El Olvidado Epistolario 1889 – 1897, publicado por el Archivo General de la Nación 4), encontramos dos misivas que suman incertidumbre. En la primera de ellas y en la parte pertinente a un cuchillo (al que se menciona como puñal), 5) dice Manuelita:


                                                             

“50. Belsize Park Gardens

Hampstead – Londres                                

                                                                                 Febrero, 17 de 1890

Mi queridísimo amigo Reyes:

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     Muy de veras te confieso el sentimiento que me ha traído tu observación sobre no haber contestado los párrafos de la tuya Diciembre 17 del año último, referentes una a la visita que me hizo con sus hijas el señor Dn. Luis Bilbao, otra a lo que recuerdo sobre el puñal que te mostraron diciéndote ser un presente de Tatita al General Echagüe. Este lo contestaré por separado como lo deseas y desmintiendo una mentira tan absurda.
 

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     Hoy he escrito tanto que me siento muy cansada y siendo ya hora de mandar ésta al correo no tengo tiempo de escribir el párrafo separado sobre el puñal. A más tengo mi lote de visitas en la sala y debo recibirlas. Pronto te irá.
 

                                                                                Manuela de Rosas de Terrero”


Días después retoma el tema y escribe:


“50. Belsize Park Gardens

Hampstead – Londres
 

                                                                                 Febrero, 26 de 1890
 

Mi queridísimo amigo Reyes:

      Es adjunta la contestación a tu pregunta sobre el puñal y espero sea cual la deseas y corresponda al uso que te propones hacer de ella.
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                                                                                  Manuela de Rosas de Terrero”

 

     Lamentablemente, el informe por separado sobre el puñal no figura en el epistolario, por lo que ignoramos su contenido. No obstante es evidente, por el tenor de las misivas arriba citadas, que apuntaría a una descalificación del relato.

¿El cuchillo subastado en 1992, es el mismo al que hacen referencia Manuelita y Reyes en su correspondencia? No podemos estar seguros,  pero es hondamente sugestiva la coincidencia en  los nombres de los presuntos donante y donatario.
                                                                               


Notas y Referencias:
 
1) Abel A. Domenech. Dagas de Plata. Buenos Aires. El Autor, 2005

2) Vicente O. Cútolo. Nuevo diccionario biográfico argentino (1750 – 1930). Buenos Aires. Elche 1968 y 1985 y Frutos Enrique Ortiz. El hombre fuerte del Río de la Plata en el destierro. Todo es Historia, Nro. 415 (2002). Ambas citas en el reciente Noticias de Burgess Farm. Historia de Rosas en el destierro, de Roberto D. Müller. Olmo Ediciones. Buenos Aires, 2010. En el relato de Luis F. Núñez, la donación habría tenido lugar en suelo inglés. El articulista parece confundir en el inicio a Pascual Echagüe (1797 – 1867), con Pedro Echagüe (1821 – 1889). El primero fue puntal del federalimo y sucesivamente, gobernador de Entre Ríos y Santa Fe durante la época de Rosas, registrando actuación política post – Caseros. El segundo fue un escritor y militar antirosista, lo que lo llevó a vivir en el exilio.

3) Diego Luis Molinari. Prolegómenos de Caseros. Primera Edición. Editorial Devenir. Buenos Aires, 1962. La escrupulosidad (o exhaustividad, es decir agotamiento por completitividad), con que se lleva el cuaderno de bitácora mencionado por el autor, no es discutible. Allí figuran, a modo de ejemplo, hasta los 20 azotes aplicados a un grumete el domingo 29 de febrero de 1852, “después del rezo divino” y otros 24 recibidos por un marinero el sábado 20 de marzo sub - siguiente, como castigo a su borrachera contumaz.

 Rosas abordó sucesivamente tres barcos en el Río de la Plata: Locust, Centaur y Conflict. Este último no pudo alcanzar al vapor de pasajeros Esk, lo que lo obligó junto a sus acompañantes a continuar viaje en el Conflict.

4) Manuelita Rosas y Antonino Reyes. El olvidado epistolario 1889 – 1897. Archivo General de la Nación. Buenos Aires, 1998

(Antonino Reyes fue Edecán de Rosas y Jefe de la Secretaría en el Cuartel General de Santos Lugares. Publicó sus memorias en 1883)

5) El puñal se caracteriza por poseer hoja corta, estrecha y aguda con filo, contrafilo en el último tercio y punta. Entre nosotros fue semejante al cuchillo, sin cruz y con botón de hoja. López Osornio lo describe con “hoja, de líneas más rectas que las del cuchillo, posee un extremo agudísimo y tiene filo de un lado íntegramente y una tercera parte (la de la punta), en el lado opuesto, es decir, en el lado del lomo, al cual se llama contrafilo” (Sic). En el caso que nos ocupa, es probable que el contrafilo consista sólo en un falso filo o un chaflán. En el puñal angosto uruguayo llamado lengua de víbora, la hoja es extremadamente estrecha y de considerable longitud; ocupando el contrafilo no el último, sino los dos últimos tercios del lado del lomo. (Vid: Mario A. López Osornio. Esgrima Criolla. El Ateneo. Buenos Aires, 1942. José Luis Mignelli. La daga de Juan Moreira. Revista Magnum Nro. 136, correspondiente a Enero de 2001. Diego Velázquez Lafferranderie. El Facón Oriental. Marcas de antiguos cuchillos criollos del Uuruguay. Primera Edición. El Autor. Montevideo, 2012).

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